I heard so many times that I was different. Too different. Too weird. Too sensitive. And once upon a time it actually stung hearing these words. As if being any of these things were to be considered flaws. It took time to discover being different might mean I can be the difference maker. Maybe being weird is what people label something they’re too ignorant to understand. And what if being sensitive just meant that I could sense people’s pain and help mend them. What if my calling consisted of being all of these things? So call me different, call me weird, call me sensitive, call me crazy even. I’ll say thank you and you probably won’t understand. But that’s okay, you don’t have to. Life isn’t about figuring people out. It’s about seeing what they bring to the world and helping them see it. We’re so busy deciding what traits we need to possess we forgot to appreciate the beautiful traits we already have. The ideas in our head and the dreams we dared to dream were lost in the static noise of people who laughed and mocked. Calling you a hopeless dreamer and a crazy fool. Don’t let your dream be just a dream. Don’t let your idea be just an idea. It doesn’t matter if they say it’s stupid, that it’s impossible. Only you can determine that so go ahead and prove them wrong.
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Tantas veces escuché que yo era diferente. Muy diferente. Muy rara. Muy sensible. Y hubo una vez en que el oír eso me dolió. Como que si esas cosas fueran defectos. Tomo tiempo descubrir que quizás el ser diferente quería decir que yo haría la diferencia. Quizás “rara” es lo que alguien ignorante le llama a algo que no entiende. Y quizás al ser sensible podría discernir el dolor de los demás y tratar de ser apoyo. ¿Y qué tal si mi llamado consistía de ser todas estas cosas? Así que llámame diferente. Llámame rara. Llámame sensible. Hasta llámame loca. Solo te dire gracias y de seguro no lo entenderás. Pero está bien, no lo tienes que entender. La vida no se trata de descifrar a la gente. Es de descubrir lo bueno que traen a este mundo y hacérselos saber. Estamos tan preocupados sobre que características necesitamos poseer y no vemos las bellas cualidades que tenemos ya. Las ideas en nuestra cabeza y los sueños que nos atrevimos a soñar se perdieron en el ruido estático de las risas y las burlas. Te llamaron un loco soñador y un tonto. Pero no dejes que tu sueño sea solo un sueño. Ni que tu idea sea solo una idea. No importa si te dicen que es estúpido, que es imposible. Solo tú determines eso, así que demuéstrales que se equivocan.
EL SOL Y LA FLOR 